Gracias por acompañarme y dejarme tu amistad y cariño

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viernes, 21 de mayo de 2010

LA HISTORIA DE PEPE




Pepe era el tipo de persona que te encantaría ser. Siempre estaba de

buen humory siempre tenía algo positivo que decir. Cuando alguien le preguntaba
como le iba, el respondía: "Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo".

Era un gerente único porque tenía varias meseras que lo habían seguido
de restaurante en restaurante. La razón por la que las meseras seguían a Pepe
era por su actitud.


Él era un motivador natural: si un empleado tenía un mal día, Pepe estaba

ahí para decirle al empleado como ver el lado positivo de la situación.

Ver este estilo realmente me causó curiosidad, así que un día fui a buscar a
Pepe y le pregunte:


“No lo entiendo... no es posible ser una persona positiva todo el tiempo….

¿Cómo lo haces?... “

Pepe respondió:

"Cada mañana me despierto y me digo a mi mismo: Pepe, tienes dos opciones
hoy: puedes escoger estar de buen humor o puedes escoger estar de mal humor."

"Escojo estar de buen humor".

"Cada vez que sucede algo malo, puedo escoger entre ser una víctima o
aprender de ello. Escojo aprender de ello".

"Cada vez que alguien viene a mí para quejarse, puedo aceptar su queja o
puedo señalarle el lado positivo de la vida. Escojo señalarle el lado positivo de
la vida".

Si, claro, pero no es tan fácil, protesté.

"Si lo es", dijo Pepe. "Todo en la vida es acerca de elecciones. Cuando quitas
todo lo demás, cada situación es una elección". "Tu eliges cómo reaccionas
ante cada situación, tu eliges cómo la gente afectará tu estado de ánimo, tu
eliges estar de buen humor o mal humor".

"En resumen, TU ELIGES COMO VIVIR LA VIDA".

Reflexioné en lo que Pepe me dijo...

Poco tiempo después, deje la industria hotelera para iniciar mi propio negocio.

Perdimos contacto, pero con frecuencia pensaba en Pepe, cuando tenía que
hacer una elección en la vida en vez de reaccionar contra ella.

Varios años más tarde, me enteré que Pepe hizo algo que nunca debe hacerse
en un negocio de restaurante, dejó la puerta de atrás abierta y una mañana
fue asaltado por tres ladrones armados.

Mientras trataba de abrir la caja fuerte, su mano, temblando por el
nerviosismo, resbaló de la combinación.

Los asaltantes sintieron pánico y le dispararon. Con mucha suerte, Pepe fue
encontrado relativamente pronto y llevado de emergencia a una clínica.
Después de ocho horas de cirugía y semanas de terapia intensiva, Pepe fue
dado de alta, aún con fragmentos de bala en su cuerpo.

Me encontré con Pepe seis meses después del accidente y cuando le pregunté
como estaba, me respondió:

"Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo".

Le pregunté que pasó por su mente en el momento del asalto. Contestó: "lo primero que vino a mi mente fue que debí haber cerrado con llave la puerta
de atrás. Cuando estaba tirado en el piso, recordé que tenía dos opciones podía
elegir vivir o podía elegir morir. Elegí vivir".

"¿No sentiste miedo?" Le pregunté. Pepe continuó:

"Los médicos fueron geniales. No dejaban de decirme que iba a estar bien.
Pero cuando me llevaron al quirófano y vi las expresiones en las caras de los
médicos y enfermeras, realmente me asusté. Podía leer en sus ojos: "es hombre
muerto." Supe entonces que debía tomar una decisión.”

"¿Qué hiciste?" Pregunté.

"Bueno, uno de los médicos me preguntó si era alérgico a algo y respirando
profundo grité: - "Si, a las balas" - Mientras reían, les dije: "estoy escogiendo
vivir, opérenme como si estuviera vivo, no muerto".

Pepe vivió por la maestría de los médicos, pero sobre todo por su asombrosa
actitud. Aprendió que cada día tenemos la elección de vivir plenamente,
la ACTITUD, al final, lo es todo. Ahora tienes dos elecciones:


Y recuerda, sólo se frustran aquellos que dejan de ver la parte positiva de

sus resultados y de la vida...



lunes, 10 de mayo de 2010

LA OTRA CARA



Dos amigas que hace mucho tiempo que no se ven, (creo que la última vez tenían veinte años), se encuentran para charlar a solas y eligen una tarde de otoño, fría y lluviosa para encontrarse en una de las viejas confiterías de San Telmo, tienen mucho que decirse, cosa buenas, malas y todo el tiempo que deseen para hacerlo.

- ¡Hola Mirta!, ¿Cómo estás tanto tiempo?.

- ¡Hola Susi!, Bien y vos ¿ Qué contás de nuevo?.

- Qué día nos tocó, que lástima. Comenta Susi.

- Cuánto hace que no nos sentamos a solas tranquilas para contarnos nuestras cosas.

- ¿ Qué hora tenés?, Mirta

- Las tres y cuarto, ¿ por?.

- Nada, nada, ¿Pedimos un café?

- Sí, dale Susi, el mío con crema por favor. Tengo tantas cosas que contarte, pasó tanto tiempo – le dice Mirta, con entusiasmo de comenzar la charla.

- ¡Mozo!.

- Si señoras, buenas tardes, ¿qué se van a servir?.

- Por favor, dos cafés, uno con crema..

- Muy bien, enseguida se los alcanzo

A fuera llueve torrencialmente, la gente corre buscando refugio donde pueda, la confitería se llena de jóvenes que salen de la facultad, ahora el silencio es invadido por risas y charlas en voz alta, el ruido al arrastrar las sillas para pasarlas de un lado a otro tapa la música que hasta el momento se escuchaba suavemente.

- Bueno, tenemos tiempo, ¿Quién de las dos comienza a contar?

- Querés, comienzo yo Susi. Mi vida no fue muy linda, me casé, no pude tener hijos y eso influenció mucho en el matrimonio. Hace tres años que me separé de Matías, así se llamaba, la cosa no andaba, desde ya hacía mucho tiempo yo sabía que él tenía otra mujer, la cual le había dado un hijo y eso provocó la separación definitiva, vivo sola, en un departamento que me compre con lo que me toco de la famosa repartición de vienes y sigo trabajando en el mismo lugar desde hace veinte años.

- Hoy el día está triste y para males la lluvia ésta me tiene loca de los nervios. Odío los días así.

- No importa aquí adentro se está bien y pensa que estamos juntas, como hace mucho tiempo no lo estamos. ¿Sigo contándote?

- ¡Si ¡ ¡si! Seguí, no me hagas caso, escucho.

El relato de Mirta es interrumpido por el mozo que les trae los cafés.

- Perdón señoras, sus cafés, ¿ el de crema para quién?.

- Para mí, gracias, contestó Mirta.

- Bueno, no se como empezar, hace un año conocí a un hombre, fue un día que estaba haciendo la cola para pagar un impuesto, la cajera se había ido porque tenía un problema con la caja y nos pidió que esperáramos un ratito, que enseguida venía, mientras nos pusimos a charlar, me pareció encantador, sincero, me invitó un café y como yo tenía que hacer tiempo para entrar al trabajo, acepté, la charla se había hecho muy amena y quedamos en vernos otro día, así es que llevamos un año.

- Sabes, el sábado pasado fui al cine a ver ” El hijo de la novia”, es un peliculón, tenés que ir a verla.

Mirta la mira extrañada, no entendía que era lo que pasaba, estaba contándole sus cosas y ella parecía no prestarle ninguna atención, pero siguió igual, en algún momento se engancharía a escucharla.

- Es abogado, tiene cuarenta y cinco años, la semana pasada me llevó al cine y a cenar, fue una velada inolvidable, luego fuimos a casa y por primera vez se quedó casi hasta la madrugada.

- Luis se caso en Estados Unidos, ¿sabías?, la chica es encantadora, es de Canadá, trabaja para el gobierno. La semana pasada recibí carta de ellos invitándome a que vaya a pasar un mes con ellos y que tienen una noticia para darme.

- Si, me enteré por Isabel, me lo contó hace unos días, cuando

. charlamos por teléfono. ¿Te sigo contando?.

- Si, estoy distraída pero te escucho perfectamente, seguí.

La lluvia caía ahora más suave, el agua acumulada en las calles corría ligera llevando con ella los papeles que la ensuciaban dejándolas limpias por poco tiempo, las marquesinas de los teatros comienzan a encenderse. La confitería está quedando silenciosa y la nueva melodía se infiltra entre las pocas mesas ocupadas. Una pareja tomada de las manos se mira a los ojos prodigándose amor. Mientras Mirta trata de seguir con la conversación.

- Se llama Pedro, está por separarse, no se lleva bien con su mujer, no quise preguntarle mucho, habla muy poco de ella, tiene dos hijos ya grandes, uno casado hace poco y otra más chica que estudia.

- ¿Cómo está Andréa?, la hija de tu hermana, hace tanto que no se nada, a ella la veía de vez en cuando, debe de estar grande la muñeca, ¿se casó?, ¿tiene novio?.

Mirta seguía contándole como ella le había dicho, sin prestar atención a las contestaciones sin sentido que Susi le daba.

- El sábado pasado, mientras ella se entretenía con un juego de canasta, nos fuimos hasta el Tigre, pasamos todo el día juntos, hacía mucho que no la pasaba tan bien, me comentó, luego me dejó en casa, no se pudo quedar porque tenía que pasarla a buscar a ella por la casa de una amiga.

Parecía el juego del teléfono descompuesto, Mirta quería contarle las cosas a Susi como habían pasado, pero ella parecía que no quería entrar en la conversación a la cual Mirta trataba de llevar. Se iba por las ramas, no escuchaba ni contestaba, se estaba convirtiendo en un absurdo ir y venir de palabras sin sentido.

- Susi, ¿te pasa algo?.

- No, ¿por qué?, estoy escuchándote atentamente lo que me contás.

- ¿Querés otro café?.

- Si, dale, ¿ seguís sin fumar?, te acordas, en casa fumábamos todos y a vos te molestaba.

- Nunca fumé, te sigo contando...

- Espera, espera, ¿qué hora tenés?

- ¿Qué tenés con la hora?, las cuatro y media.

- Ya tiene que estar por llegar.

- ¿Quién? Susi.

- Una amiga, quedó en traerme unos papeles.

Mirta llama al mozo.

- Mozo, otros dos cafés por favor.

- Enseguida se los traigo, señora

- ¿Te sigo contando?.

- Sigue lloviendo tan fuerte, no me gusta. No tengo más ganas de escuchar nada, me perdonas, ando mal y mi cabeza está en otra cosa, en estos momentos.

- ¿Queres contarme vos lo que te está pasando?, yo te sigo contando después, porque algo te pasa, no me gusta que estés así.

- No, quédate tranquila, ya te darás cuenta, pero igual no es nada. Ahí viene mí amiga.

- Buenas tardes, ¿ cómo están?.

- Todo bien, te presento a Mirta, mi amiga de la infancia.

- Encantada Mirta, te traje los papeles Susi.

- Gracias.

- Bueno, las dejo, tengo que seguir trabajando, hasta luego Mirta, nos vemos Susi.

El mozo les trajo los cafés, Susi sin darse cuenta le puso tres veces azúcar y prendió un cigarrillo, Mirta creía que había dejado de fumar, las manos les temblaban, tenía una mirada muy triste, mira el sobre que recién le habían traído una y otra vez, sin saber que hacer con él, lo deja en un costado y toma el café, Mirta hace lo mismo, pero no sabe qué decir, el comportamiento de Susi la tiene preocupada, cuando ve que toma el sobre y se lo alcanza diciéndole.

- Toma Mirta, llévaselos a Pablo, son los papeles del divorcio.




miércoles, 5 de mayo de 2010

LA ÚLTIMA MISIÓN




Truk se disponía contactar con sus superiores, estaba esperando órdenes, ya había enviado su informe sobre aquel planeta, características de su naturaleza, rasgos, datos de sus habitantes, un estudio bien preciso y detallado. La verdad es que nunca habían tardado tanto en enviar una contestación después de mandar un informe, a lo más una semana, esta vez llevaba tres meses esperando una respuesta.
Después de este trabajo ya se retiraría, estaba cansado de recorrer las galaxias en su vela solar, llevaba años viajando de estrella en estrella, estudiando un planeta detrás de otro. Al principio era divertido, pero ya estaba cansado, si sus cuentas no le fallaban llevaba estudiados unos 100 planetas y hasta ahora había realizado su trabajo a la perfección.
Había encontrado planetas y habitantes muy diversos algunos muy peculiares, este que estaba ahora le había sorprendido mucho, igual por eso tardaban tanto sus superiores en mandar las órdenes.
Aun recordaba un planeta de hace ya unos años, aquel quizás fue uno de los planetas que no disfruto exterminándolo, sus habitantes eran tan especiales, nunca hacia daño a nadie ni a nada, de hecho no creo que haya habido un lugar que haya sor prendido tanto a los técnicos, del millón de planetas que ya se han estudiado y exterminando.
Si, decididamente este seria su último trabajo, hacia tiempo que había perdido el interés, siempre la misma rutina. Hoy esperaba que ya le dieran la tan esperada respuesta y allí estaba a la espera., miraba la pantalla continuamente, ya se le notaba impaciente.
De repente empezó destellar un aviso, por fin iba recibir un mensaje, empezaron a salir signos, que ellos solos se iban descodificando, el mensaje ya estaba allí, solo tendría que leerlo y proceder a seguir las instrucciones para aniquilar el planeta, acabaría ya de una vez y se volvería a su casa. Como mucho en un mes dejaría todo resuelto, ya otros se encargarían de venir para acabar el trabajo.
Se dispuso leer el informe y su cara antes risueña fue cambiando de color, aquello trastocaba todos sus planes, no podía ser, allí decía que tendría que estar en el planeta dos o tres años mas, habían decido que no lo exterminarían, que estaban muy sorprendidos con los informes que les había mandado, que no hacia falta hacer nada, el solo se autodestruiría, pero querían que les siguiera mandando datos durante unos años, pues creían que podrían aprender mucho sobre los habitantes de este planeta, que eran excelentes, ellos solos acabarían con todo lo que les rodeaba y luego con ellos mismos, estaban haciendo una obra de arte en su propio planeta.
Sus esperanzas se habían esfumado, sus planes, sus ilusiones se habían ido al traste, tendría que seguir allí durante bastante tiempo, por que se le ocurriría a él, escoger ese planeta, para la que ya tenia decidida que seria la última misión, quizás le había seducido el nombre.

Si, debió de ser eso “LA TIERRA” le había llamado la atención ese nombre y eso hizo que escogiera ese planeta para su ultima misión.


Gracias Hanjel por permitirme compartir este cuento

UN GRAN HOMBRE


Mi padre acariciándome el rostro, me dijo:

"Hija mía, enamórate de un GRAN HOMBRE y no volverás a llorar"...

¡El mundo será completamente distinto!.
¿Para que quieres a un hombre que te abandonará por un cabello más claro?,
¿Por unos ojos de otro color?
¿o por un cuerpo más esbelto?
Encuentra a ese GRAN HOMBRE
Que sepa admirar la verdadera belleza que hay en ti.


Me costo trabajo comprender que

GRAN HOMBRE
No es el que llega más alto,
ni el que tiene más dinero,
o casa, carro, ni el que vive rodeado de mujeres,
ni mucho menos el más guapo...
Un verdadero y GRAN HOMBRE...
es aquel ser humano lleno de transparencia, que no oculta sus verdaderos sentimientos ni se refugia en vicios y cortinas de humo.
Un GRAN HOMBRE, es quien admira a una mujer por sus cimientos morales y grandeza interior...
Un GRAN HOMBRE, es el que camina de frente,
Es aquel que no miente y sabe llorar su dolor...
Ese Gran Hombre es quien nunca me ha hecho llorar...



Un Toque de Su Sabiduria

(No conozco el autor)